lunes, 16 de mayo de 2011

El que mucho abarca, poco aprieta.


En la firma de dorsales (profesiona, mu profesiona)


14.05.2011. Me despierto el sábado a las 6:30 de la mañana, habiendo dormido 6 horas y siendo fiestas en el pueblo, para comerme mi plato de pasta y tomarme mi desayuno e ir a por Merino. No ponemos de camino a Fuendetodos, y tras un viaje de 1:30 por las carreteras del infierno llegamos al destino a buena hora para echar un café, hacer las inscripciones, poner el chip, dorsales, etc. Desde el principio me quedo alucinado con la organización que hay, nunca había corrido con semejante despliegue. Por un instante te sientes ciclista...
Por lo que se ve el nivel de la gente es alto, o por lo menos las pintas, porque los equipos vienen con todos sus despliegues de medios, coches, furgos, equipaciones, recambios, etc y nosotros con lo puesto.
Empieza la etapa con un día muy bueno y pronto se empieza a volar, favorece que vamos a favor de aire, que el primer tramo es casi todo picando hacia abajo y que hay ganas por hacerlo bien. En los primeros 30 kms hacemos una media de 59 km/h, y de repente llegamos a la primera subida importante. Empiezan los ataques y se pone un ritmo bastante exigente, que unido a que subimos con el aire a favor, hace bastante mella en el grupo. Creo que el grupo se corta y que estamos adelante unos 60 corredores. En la siguiente zona de llano es donde se prepara la escapada del día. La gente más fuerte se mete en un corte de unos 20 y abren hueco. Nuestro grupo pese a ir a buen ritmo no consigue coger y por detrás empalma algún otro grupo.
Aquí es donde empieza mi suplicio. Ya llevo unos kms en los que el cambio trasero empieza a engancharse, pero llegando a este punto ya se me ha roto la sirga y se me ha quedado en le piñón pequeño, por lo que los repechos los subo haciendo filigranas. Llegamos a una de las subidas y me engancho con otro corredor y estoy a punto de caerme, me quedo descolgado del grupo, me empieza a rozar la rueda de adelante y me pego un calentón de los buenos para poder enganchar
Después de esto ya voy sin confianza, ya que he tenido que abrir el puente de freno delantero para que no me roce la rueda, por lo que no puedo frenar bien, y además atrancadísimo ya que no puedo cambiar.
En la penúltima subida la pendiente es bastante dura, por lo que voy bastante mal con plato pequeño y piñón pequeño. Empiezo a perder bastantes posiciones y a fatigarme bastante la musculatura. De repente llega el coche neutro y me ofrece cambiarme la bici, yo estaba alucinando, ¡¡¡¡¡¡Ahora si que parezco un ciclista de verdad!!!!!! Con lo cual, se adelanta y para cuando llego a su altura ya tenía el tío la bici preparada. Empujón y para arriba. Entre el cambio de bici y la ayuda de Merino (que al verme sufrir tanto se quedó conmigo) empiezo a recuperarme y empezamos a coger a gente. Seguimos un tramo llano, en el que descanso (otra vez todo el trabajo para Merino) y ya recuperado completamente empezamos la última subida. La hago bastante a gusto a pesar de la fatiga. Coronamos y hacemos una bajada de 5 kms y llegamos a la meta.
Termino cansado pero satisfecho de haber peleado por acabar la etapa.
A partir de ahora empiezan las priasa y es que son las 12:30 y a las 15:15 tengo una boda en Pamplona. Tengo que pasar por Funes, ducharme, disfrazarme, recoger a la novia y para Pamplona.
Como yo estoy tan ocupado, le toca a Merino ir a Calahorra a que me arreglen la bici (otro vez que me tenía que ayudar, ¡¡¡¡¡¡¡haber elegido no ser amigo mío!!!!!!!!
El día acaba a las 23:00 en la cama reventado, con la bici arreglada cargada en el coche y sin poder dormir por los litros de Coca-cola que me he bebido para poder aguantar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario